viernes, 6 de noviembre de 2009

Tan cerca y tan lejos (los viajes cercanos y lejanos de este economista su seguro servidor). Capítulo III.

La historia de la conferencia y el libro de Michael Pollan acaba mucho más cerca de casa.
El día 26 de Septiembre me perdí a inauguración de la temporada de Senderismo del grupo de montaña de la Universidad de León. Lamentablemente, no pude hacer la ruta de Zapatero y Calleja a Collado Jermoso. El estreno de la temporada para mí fue el día 17 de Octubre con la coronación de la Polinosa (cara sur) desde Redipollos. A todo aquel que no haya coronado una montaña aunque sea pequeñita se lo recomiendo encarecidamente. La ruta concluyó en Maraña caminando entre pastos de montaña y vacas pastando en libertad. En la ronda de cervezas posterior a la caminata un universitario extranjero hizo la siguiente pregunta:

¿No hay pocas vacas para tanto terreno?

Una persona le replicó que ya no quedaba gente dispuestas a vivir en tan bello pueblo ni a dedicarse a esa actividad profesional. Otra persona hizo referencia a los efectos de la política agraria comunitaria.

La verdad es que no me apetece aburriros con el análisis de los posibles efectos de la política agraria comunitaria en la ganadería de alta montaña. Sin embargo, sí creo que debo mencionar el papel que le atribuye Michael Pollan a la política agraria americana en el desarrollo de ciertos cultivos y en el detrimento de otros. Algunos cultivos que incentiva la política agraria (monocultivo de cereales) parecen relacionados con el tipo de alimentación poco sana que él critica. En pocas palabras, la política económica agraria no juega un papel neutral en el tipo de alimentación que parece haber elegido la población y, por tanto, en la salud.

En el momento que escuché la pregunta sobre la escasez de ganado y las respuestas explicativas mi mente voló al Kohls center. Me di cuenta de que si Michael Pollan tiene razón y la comida industrializada juega un papel como menos dudoso en nuestro bienestar algunas soluciones pasarán por las vacas que había visto en la bajada de La Polinosa. Es decir, por una carne producida de la forma más natural posible y con los mínimos adititivos químicos.

Naturalmente, las vacas no se pondrán a pastar solas allí y no irán caminando voluntariamente hasta el supermercado. Tendrá que haber personas en aquel pueblo o en los alrededores dispuestos a hacer ese trabajo.

La disposición de esas personas a hacer ese trabajo dependerá de que los consumidores estén dispuestos a pagar un poco más por ese producto ya que es más intensivo en mano de obra y se hace a una escala reducida. El papel del sector de distribución también será importante. La última pata de la mesa será la administración, el gobierno.

El papel del gobierno no puede consistir en limitarse a dar subvenciones. Una cuestión sobre la que pensé allí, en Maraña, al tibio sol del otoño fue el papel de la aglomeración urbana en este problema.

Una parte de los consumidores podemos decidir comprar algunos productos fuera de la cadena de distribución habitual. Estos productos estarán producidos habitualmente en zonas rurales relativamente cercanas a las aglomeraciones urbanas donde vivimos la mayor parte de la población.

Pero para ello es necesario que las personas quieran vivir en los pueblos que han sido abandonados en las últimas décadas. Las razones del abandono son múltiples pero no es difícil pensar en dos:

- Falta de oportunidades económicas. En cierto modo el tipo de alimentación que Pollan propone ayudaría a solventar este problema.

- Falta de servicios básicos que sólo tienen sentido en la aglomeración.

La segunda razón es bastante sutil y sofisticada. El partidario vulgar de la intervención gubernamental te dirá que esos servicios deben ser proporcionados por la administración competente a cualquier coste. Esta persona seguro que tiene en mente la educación básica, la sanidad etc. Sin embargo, hay servicios que se producen con naturalidad cuando existe una aglomeración y contribuyen a esa misma aglomeración. Algunos son servicios comerciales privados (un bar o una tienda) pero otros son simples interacciones humanas que aumentan de forma muy rápida con el número de habitantes. Estas interacciones funcionan por encima de un umbral de población y dejan de funcionar por debajo de este umbral. En este modelo, tendría sentido cualquier intervención política que empujase el nivel de población por encima de ese umbral bajo la creencia de que la población se mantendría por encima del umbral una que vez que se traspasase.

1 comentario:

  1. A las 8.30 de la tarde nuestro amigo Jose que tiene una carnicería en La Pola de Gordón nos traerá un ternero debidamente troceado para el congelador que hay en el sótano de la casa de mis suegros. Según Jose el ternero se ha criado en Cármenes con leche, hierba y una pequeña finalización con cereales. La Licenciada en Veterinaria y Doctora en Farmacología que me lleva estos temas dice que esta finalización mejora la textura del producto. Me pregunto si este modelo de negocio tendrá futuro. El hijo de Jose ha abierto una carnicería en La Robla pero no estoy seguro de que realmente esté trabajando este tema.

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