Cada diaria te proporciona miles de ejemplos para comentar en el blog. Una comida para charlar con mi amigo Epi inició este post.
En el paseo hasta el restaurante Epi se quedó mirando un espacio detraído de la calzada que se está construyendo con los fondos del plan E. Es decir, entre la acera y lo que queda de la zona de circulación de vehículos. Yo le pregunté qué era esa acera suplementaria y para mi sorpresa se trataba de un difícilmente reconocible carril bici. El carril quita un poco más de un metro de la calzada de los vehículos y está separado de ésta por un muro o saliente de unos quince centímetros de alto.
Conociendo el respeto que generan las bicicletas y sus usuarios en la ciudad de León no es extraño que el diseñador haya decidido separar ambos ámbitos de forma rotunda. El coche que decida invadir el ámbito reservado a la bicicleta lo hará a un gran coste de ruedas, amortiguadores o incluso chapa y pintura.
A Epi le preocupaba la estrechez del carril que parecía dificultar el cruce de dos ciclistas. Más aún, si al apartarse uno de ellos tocase en el pequeño muro probablemente se caería hacía la calzada de los vehículos y tendría un grave accidente.
Epi me comentó que éste era un buen tema para ilustrar, una vez más, en el blog las dificultades de realizar determinados proyectos desde el sector público. Me mostré básicamente de acuerdo con su apreciación pero le señalé mi reticencia a tratar el tema en el blog. En la nueva etapa voy a huir de la crítica política concreta y directa y voy a intentar quedarme con categorías más generales que la presunta incompetencia de una persona. Por otra parte, mi opinión sobre los problemas del sector público quedó clara en el blog anterior que decidí finiquitar.
En esas estaba cuando mi antiguo alumno y buen amigo Hector me llama para tomar algo y comentar algunos de sus proyectos actuales. En un momento de la conversación mencioné el comentario de Epi y la respuesta de Hector me inspiró a pensar un poco más este tema.
Hector afirma que efectivamente el carril es relativamente estrecho pero quizás no puede ser más ancho. Pero más importante que eso, me dijo que los accidentes serían mucho más infrecuentes de lo que nosotros estábamos sugiriendo.
Las tres personas implicadas en esta conversación practicamos la natación habitualmente en piscinas públicas. En las piscinas públicas la gente comparte las calles, se molesta mutuamente pero los choques son muy infrecuentes. Hector dice que la gente se ve, se adapta a la restricción a la que se enfrenta y trata de sacar lo mejor de cada circunstancia. Por ejemplo, si estás nadando a braza reduces la amplitud de la brazada o no das la brazada en el momento del cruce. Si estás nadando de espaldas te pegas mucho a la baliza que separa las calles. Ambas circunstancias te obligan a nadar más despacio pero la calle se usa por dos, tres o incluso cuatro personas sin grandes problemas.
De repente, el problema de diseño público de una infraestructura se había convertido en un problema muy general de teoría económica: la provisión centralizada de un bien versus la provisión descentralizada.
En el caso centralizado el carril tendría que ser bastante ancho o debería haber una regla muy severa y costosa: el ciclista que circula en un sentido debe parar. En el caso descentralizado los ciclistas son conscientes del objeto que manejan y toman sus decisiones.
Yo sé que este ejemplo plantea dudas porque si al final ocurre el accidente que pronostica Epi (y ocurrirá) a los que proponemos la otra solución nos van a correr a gorrazos.
En ésas estaba cuando intentando mantener un poco vivo mi inglés encontré este video en la cadena de televisión estadounidense CBS.
Shared Space
September 5, 2009 4:21 PM
One Dutch community made an attempt to change the rules of the road by implementing no traffic lights or street signs. Mark Phillips has the story of a Dutch town's shared roadway.
Se trata del mismo caso del carril bici demasiado estrecho. El tráfico urbano está regulado por complejas legislaciones, tecnología e infraestructuras crecientemente costosas. De repente, alguien se da cuenta de que los humanos podemos administrarnos mejor, que buscamos soluciones en nuestras interacciones si éstas son personalizadas.
Finalmente, para forzarme a escribir pronto, voy a adelantar el contenido del siguiente post: la afición a la pesca de mi amigo Alfonso y la administración de los cotos (permisos) de pesca en nuestro país.