domingo, 6 de septiembre de 2009

El análisis económico de El Roto

Un compañero de trabajo tiene la puerta de su despacho empapelada con viñetas del El Roto. Mis reacciones a las viñetas van desde una sonrisa a la indiferencia pasando por la frustración cuando trata cuestiones económicas de una determinada manera. Es una obviedad reconocer el talento del dibujante hasta tal punto que hay viñetas con contenido económico en las que acierta de pleno. Valga de ejemplo esta viñeta de 2004 cuando se decía que la vivienda no podía bajar de precio.


¿Qué problema puede haber en buscar una sonrisa con una frase ingeniosa sobre economía?

El problema es que la frase ingeniosa gira sobre unas pocas palabras clave que incitan una determinada reacción en la gente. Se trata de una reacción intelectual instantánea y superficial sin ninguna posibilidad de volver atrás y evaluar el razonamiento que aparece en la viñeta. La frase suele pintar un universo económico con ricos gordos y malos y pobres muy delgados y buenos. Un universo de personas que hacen daño y de personas que sufren. Perfiles siempre bien delimitados, fáciles de identificar y, por tanto, de querer y de odiar.

La viñeta que me ha inspirado esta entrada es la siguiente (Gracias Jasón):
Mi interpretación de la viñeta es la siguiente:

El gobierno de España en su incansable programa de ayuda a los más necesitados tiene que subir los impuestos porque unas pocas personas muy malas robaron un botín y lo escondieron en un paraíso fiscal. Es curioso como la idea fuerza funciona igual sin la última parte: El gobierno de España en su incansable programa de ayuda a los más necesitados tiene que subir los impuestos porque unos pocos muy malos robaron un botín. Sin embargo, el paraíso fiscal es un resorte que El Roto no puede dejar de usar.

El caso es que la frase es cierta. Algunas personas se beneficiaron de la burbuja financiera e inmobiliaria que precedíó a la crisis económica. Una determinada parte de ese dinero está seguramente en algún paraíso fiscal. Lo que no dice es que también se beneficiaron las mismas autoridades que ahora buscan en el bolsillo de los contribuyentes.

Mi problema es que la viñeta de El Roto hace que personas bien intencionadas piensen en cosas sobre las que no tenemos mucha capacidad de actuación (ricos muy malos, paraísos fiscales ) y olvidemos cosas sobre las que si podemos actuar:

- Presupuestos con gastos muy discutibles en la fase de bonanza. Algo así como un mileurista que le toca un millón de euros en la loto (burbuja inmobiliaria) y firma gastos anuales permanentes sobre esa base (presupuestos del estado). Al año siguiente (ahora) cuando no le toque la loto de nuevo tiene un serio problema.

- Reticencia a aceptar la llegada de la crisis económica.

- Reticencia a adoptar medidas que puedan ayudar a limitarla en magnitud o duración.

Es decir, la divertida y filosófica viñeta es en realidad un elemento más en la campaña de intoxicación de los medios de comunicación que nos toca sufrir.

1 comentario:

  1. me parece como siempre un buen análisis, pero hay un punto adicional que se puede comentar. el roto es un progre y por lo tanto es incapaz de aceptar que la actividad económica no es un juego de suma cero; esto es, que uno puede hacerse rico sin robar a los pobres. Eso sucede a través de la creación de riqueza, creación que (eso si) puede y debe ser destructiva, algo a lo que los progres/guays se oponen con todas sus fuerzas por diversas razones (clientelismo, ignorancia o ingenuidad), creando problemas económicos de entidad.

    ResponderEliminar